EL
PROCESO DE ENVEJECIMIENTO, PARTE II
SABIDURÍA, EDAD Y
SEXUALIDAD
Ha
sido una buena cosa que yo no tuviera ni idea de que este "Proceso
de Envejecimiento" iba a despertar tanto entusiasmo. Me habría
sentido tentada de decir todo lo que digo en esta segunda parte en la
primera y habría terminado siendo tan larga que nadie habría tenido
tiempo para leerla. Peor aún, ninguna de nosotras habría escuchado
todas las hermosas, impresionantes historias y experiencias que cada
una ha compartido. De manera que aquí va la segunda parte de mi
experiencia con esto que llamamos "envejecer" y que como
tantas de ustedes, intrépidas exploradoras, han aprendido con
valentía, es tanto un juego mental como una triste realidad de la
vida. Si permitiéramos que la cultura nos explicara como proceder
estaríamos todas hundidas en la depresión cuando llegaramos a los
58 años con los bolsillos llenos de viagra y HRT, con la cola entre
las piernas, sintiéndonos verdaderamente acabadas.
Con la intención de crear un “fin de cuento" totalmente diferente a esta historia......
Con la intención de crear un “fin de cuento" totalmente diferente a esta historia......
En mi profesión paso
mucho tiempo en el salvaje (y trágicamente neutralizado) panorama de
la sexualidad humana. Y, como tengo la extraordinaria oportunidad de
presenciarla en su realidad ya que trabajo con parejas mientras están
en la íntima danza de hacer el amor, puedo hablar con conocimiento
de causa de algunas verdades anecdóticas que esta cultura no quiere
ni que nos imaginemos que puedan ser posibles. Nuestra verdadera
cúspide sexual la alcanzamos en la mitad de nuestra vida (mid-life)
o después. Nuestra vida sexual va mejorando con el paso del tiempo.
Por supuesto que no siempre es así. Si nuestra vida sexual no ha
sido satisfactoria a los veinte o a los treinta, posiblemente
acarrearemos esta tristeza a los cuarenta y cincuenta y es posible
que lo dejemos de lado cuando lleguemos a los sesenta, dando por
sentado que este concepto traicionero que llamamos "jubilación"
también es aplicable a nuestro cuerpo y a nuestra mente.
Pero
si estamos comprometidos con nuestro erotismo, considerándolo uno de
los caminos más importantes para conectarnos con el mundo, si
estamos vivas dentro de nuestro cuerpo, si somos conscientes de que
la forma en que tenemos sexo es la forma en que hacemos nuestra vida,
entonces solamente puede mejorar. Es aquí, en este ámbito, donde
tenemos mucho que aprender de nuestras mujeres mayores, cuyos cuerpos
se mueven de manera más sísmica que la "fault line" de
San Andreas. Como nuestra vida se está prolongando mucho más en la
post-menopausia, tenemos muchos más años para explorar y cosechar
el terreno fecundo de la energía "generadora" que no está
siendo utilizada por las milagrosas, pero obcecadas hermanas del
determinismo biológico: nuestros úteros, ovarios y trompas de
Falopio. En algún momento, diferente para cada una de nosotras,
estas damas tan trabajadoras se toman unas merecidas vacaciones
dejando que toda esa energía creativa y generadora, encuentre una
nueva meta. Esta energía no desaparece sencillamente a pesar de lo
que nos dice nuestra cultura y a veces hasta nuestros doctores. La
primera Ley de Termodinámica es aplicable, no solo al universo sino
a la gente mayor también. Nuestras mujeres mayores tampoco van a
desaparecer sencillamente porque, amigas mías, la energía no puede
ser creada ni destruída, solamente se transforma. Puede ser que
tenga menos empuje e interés, pero sigue estando ahí, esperando
para manifestarse nuevamente.
Aquí,
en este lugar, nuestro "hacer el amor" puede transformarse
fácilmente en la más sublime expresión de sabiduría y presencia.
Cuando he sido testigo de ancianas de 70 y 80 años haciendo el amor,
me he retirado pensando "Así es como se hace". No es
"bonito" ni "dulce", es profundo. Me siento como
una neófita asombrada frente a lo mucho que aún me queda por
delante. Y tengo que creer que todo el universo está suspirando de
alivio después de tanto libro de auto-ayuda que dicen a gritos,"MÁS
GRANDES", "MEJORES", "MÁS CALIENTES", "MÁS
RÁPIDO"!!!. Pero, tenemos que admitir que será diferente (Más
jadeos y toqueteo), será más profundo (posiblemente hasta el
corazón del universo). Será más lento (a veces si, a veces no) y
más cuidadoso (mucho lubricante, emocional y físico). Pero esto no
es solamente una lista de atributos para el buen sexo de los mayores,
es medicina para todos nosotros, sin importar la edad. Se trata de
que los mayores han adquirido sabiduría para descubrir estos
secretos, a menudo por necesidad cuando lo que habían aprendido ya
no les funciona. A veces tenemos que volver a presentarnos a nuestros
amantes, como si nos hubiésemos muerto y renacido, porque eso es lo
que ha sucedido. Yo me encuentro justamente frente a esta disyuntiva
con "El Hombre Terremoto" (The Earthquake Man), ya que mi
cuerpo cambia lentamente y puedo sentir que lo que antes funcionaba
para mi ya no me sirve tanto. No debemos temer a nuestro propio
conocimiento y nuestros compañeros deben apoyarnos siendo
"invitantes" y "muy curiosos".
Ciertamente hay mucho que
nos atemoriza, pero no es lo que nos cuentan. No es necesario temer
la pérdida de la juventud, eso es irrelevante. Envejecer es una
confrontación con nosotras mismas. ¿Hemos vivido la vida que
debíamos vivir? ¿Nos destacamos aquí en nuestra tierra? No podemos
simular estas respuestas. El ciclo de la vida es tan sabio como
inmutable. Nosotros los humanos hemos sido agraciados con la
paradógica capacidad de "dar sentido" (a lo que nos
aferramos) y de tener conciencia (y por lo tanto temor a la pérdida)
y así quedamos atrapados en remolinos sin sentido que nos apartan de
lo que realmente está sucediendo en este preciso momento. Tenemos
una maravillosa cantidad de cosas que aprender acerca de esto. Tengo
que creer que el aprendizaje que logramos, envueltas en los pliegues
íntimos de nuestra experiencia humana, en los tiernos intentos de
lograr nuestro placer y nuestra presencia, es el lugar exacto desde
dónde empezar. La buena noticia es que no tenemos absolutamente nada
que perder. Tal como "El Hombre Terremoto" acaba de hacerme
recordar, en un intento de intimidad telefónica a través del
Atlántico, diciéndome,"Querida, el ser humano tiene un 100% de
tasa de mortalidad". ¿Qué más se puede decir?
Bueno.....bastante....(Como el placentero terreno de nuestros sementales mayores que al darse cuenta que ya no encajan en el comportamiento cultural ,de "entra", "bájate", y "ándate", que es como les enseñaron que los "verdaderos hombres" funcionan - se zambullen en la conexión y la sensación, sin tener un lugar donde llegar. Gracias a Dios por las erecciones que dicen la verdad. Ahora eso es sexy) Pero eso queda para otra ocasión.
Autora:
Christiane Pelmas http://www.therewilding.com/
Traducción:
Gabriela Goycoolea
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